OBRADOR
Como lugar de trabajo una bodega construida en los años cincuenta por maestros canteros. Abandonada desde hace cuarenta años, se ha rehabilitado conservando la estructura original del edificio. Espacio para el aprendizaje y la creación, un auténtico taller dedicado a la elaboración de vinos que transmitan con toda pureza las zonas y las variedades de las que proceden. Vinos independientes que no se rigen por ninguna norma. Vinos que algún día confirmarán si la intuición es la correcta y estamos ante unas de las zonas vitivinícolas más emocionantes del mundo.